he dicho que tu boca se desarma
y puede venirme en cajas
de noche
alguien puede tocar el timbre
o llamar a la puerta con golpecitos débiles
extenderme un formulario
que yo deba firmar en conformidad
según los códigos tradicionales de los correos
cerrar la puerta con lenta pereza de medianoche
cruzarme una pierna encima de la otra
tocar la cola ecléctica de un gato que
alguna vez pueda servirme de conserje 
y comenzar con cierta fascinación de juego
de discípulo de santos que inaugura su jornada
ensamblar tu boca
y el resto de tus cosas según los colores y tamaños
reconocería entre mil piezas diferentes e iguales
el vocablo azul de tu entrepierna
tus cejas
los pómulos de piano alegre
las manos que llevas a mi boca
todo el panegírico de portavoces que hay en tu pelo
y el delicado arco-iris que se zambulle en tu espalda
ya lista vestirte y desvestirte
y mostrarte los jardines donde la noche desata ciudades
y los hombres ebrios de mujeres ebrias se acuestan
sobre hojas de loto para soñar abrazados
tocar con la lengua numeral el infinitesimal augurio
donde se abren paralelas a mí tus ansias
y yo te muero de amor 
lentamente
comenzás a desamblarme/  

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