o ...
o no es cierto
que las calles y el habitar de las mujeres
conducen a lo más extraño del momento
a bulevares grises donde no llegan cartas
ni emisarios del sol o de la lluvia
un pararrayos inclinado hacia la tierra
tiembla de asesores y de intercambios y de náusea
o no es cierto acaso la mudanza de los días
el solar de la tristeza amenazada por la ternura
con que un hombre concuerda
y le da cuerda a las noches como a un viejo reloj
que sobre la mesa de luz se oxida
y dinamita la gloria primera
de la memoria última/
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