niñas rinocerontes ...
gustaban de peinarse el jopo frente
al espejo, gustaban de gustarse viendo
el vestidito floreado que les rozaba las piernas
y balaban como abejas en el
sector azul del hipermercado, en los primeros estantes
a mano de sus manos los Repositores dejaban
caramelos y bombones de chocolate
cuando los rinocerontes los probaban
saltaban felices si mordían uno relleno de crema
pero era de verse como rompían todos
los automóviles del estacionamiento
si al morder, el anís -como una viborita celeste-
asomaba de la herida del bombón
y les arqueaba la boca como un árbol apaleado
por la joven poesía de américa/
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