memoria de una mujer ...

primero se le desprendieron las orejas
imperceptiblemente se fue quedando sin nariz
sin pelo
cuando quiso tomar agua
no pudo abrir la canilla porque
para su desasombro ya no tenía manos
y una mañana no pudo ya andar por el jardín
entre las rosas y los geranios que su madre había puesto
porque, claro, sin pies el hombre no sabe andar el mundo
fue
sin más
desapareciendo
solo quedó de él
un corazón viejito como una casa de campo
respirando casi dormido sobre la tierra
quien apoyaba la oreja en él
como en la barriga de un caracol
podía escuchar
el leve nombre de una mujer
insistiendo desde el fondo 
del mar/

No hay comentarios:

Publicar un comentario