al sol ...

hacíamos un hoyo
donde el sol caía/ bajo tu oreja yo dejaba
un beso y ese beso iba creciendo hasta devorarte
toda
hasta que tus huesos quedaban temblando
pidiéndome más y más amor
hasta que la lluvia nos blanqueba los ojos
y nos estremecía apenas
el fugaz vuelo
de una ardilla/

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