persianas ...

ella
que no tenía nombre
tenía persianas
y eso le bastaba
para conocer el mundo
y enumerar sin alfabeto alguno
los múltiples nombres de los pájaros
tener persianas le daba cierta ventaja:
los hombres podían asomarse a ella
desde la vereda de enfrente
sin necesidad de hurgar en ella
como en una canasta de ofertas en una tienda de ropa
a veces un viento gélido le helaba los vidrios
le sacudía los ojos
le apagaba las luces
pero ella entonces
encendía velas en todos sus recodos
y era tan hermoso mirarla
caminar encendida en la noche de los silencios
quedarse despierta contemplando el lenguaje

esa señorita de ojos en aumento tenía persianas
que solo ella abría
que solo ella cerraba/

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