paralelepípedos ...

esa mujer se iniciaba siempre
no concluía nunca
empezaba empezando
y uno
quizá temeroso
aguardaba la finitud de su círculo
hasta que la lluvia
y el verde cielo
señalaban su línea recta
su inabarcable espesura
esa mujer
(lo descubrí con el tiempo)
no avanzaba nunca hacia mí
ni detrás de mí
sino en línea recta
derecha e infinita en mí
mi paralela
allí estaban sus párpados 
donde pudieran salvarme
de precipicios
y de soles que no aprendieron nunca a claudicar
esa mujer se iniciaba en mí
sus raíces y sus copas no acababan nunca
tomaba mi mano
en paralelos recodos
oíamos juntos el trinar de los barcos
que se acodaban a los puertos
una mañana
o una tarde tal vez
no lo recuerdo
esa mujer de línea recta
torció sin previo aviso su eje
y quedé paralelo a mí
girando sobre su ausencia
oliendo el ápice de la lluvia/ 

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