dedales ...
y la luna
la misma luna que nos daba alegría
se nos incrusta ahora en el estómago
y nuestro cuerpo se pronuncia sonámbulo
se declara nocturno
se nos enferma el hígado de estrellas
pero seguimos con el mismo verdor en la sangre
la misma inquietud con que sorbimos luces antiguas
nevadas antiguas
sonrisas que dejaban su húmeda equidad en tus ojos
la idéntica transparencia de animal en mis manos
estás empezando a desprender el fuego
nuestras manos tienen el color de una música prevista
o ensayada
ya no soy sino una firma anacrónica en tus medias
ahora es hora de buscarnos
en otros dedales del tiempo/
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