de casa al trabajo/ del trabajo a casa ...

es un prodigio salir a la calle
ponerse el sombrero
de tiempos lejanos
abrir la boca como un canario y decir buen día
al portero del edificio donde vive esa chica
que tiene como mascota la soledad
es un prodigio atarse los cordones
comprarse condones sin sonrojarse cuando preguntan
si texturado si saborizado si espermicidado
rojo fucsia negro dorado al natural
en fin
es un prodigio llegar a las siete y media a la fábrica
levantar la persiana de acero
ver entrar al primer cliente con una duda en la mano
es un verdadero milagro ver pasar el colectivo por la calle
con esos escolares del demonio que van gritando a todo trapo
si yo fuera colectivero los dejo a pata
acelero sacándoles la lengua
aunque me arrojen piedras los condenados
es un prodigio apretar con los labios la bombilla del mate
y mirar en el cielo una nube en forma de canguro
que salta de edificio en edificio
buscando nada
es un prodigio leer el Quijote en castellano
y volver a casa
por la misma vereda en que nos fuimos de ella
a la mañana temprano
y decirle buenas noches al portero del edificio
donde vive esa chica que tiene cara de pocos amigos
y el pelo todo revuelto
y la nariz llena de frío/

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