réquiem para un hombre dormido ...


está bien
hagamos de cuenta
que el invierno se paga solo
que los cobradores de sueños
pasan de largo
que no te tocan la nariz
ni te sacuden los hombros
ni te despeinan el pelo
ni te encierran en aviones de cuatro recámaras
y te mandan al sur
a morir junto a un lago
que no tienes idea cómo se llama
creamos también en el milagro del cenicero
repleto de colillas de mujeres
que se encargaron noche y día
de mansillarte y romperte y volverte a armar
sobre la frágil estructura de quien fuiste
y por supuesto
no volverías a ser
a no ser
claro
que desde ahora y para siempre
dejemos de hacer de cuenta
que el invierno se paga solo
que la vida se basta sola
y que podés soñar y prescindir de los sueños
o de la boca abierta en tu boca
de la mujer que amás
y no te encuentra/

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