dos encíclicas del buen poeta ...

el lenguaje puede llevarse al extrañamiento total
consiguiendo de tal modo cierto oscurantismo
que lo volvería pseudofilosófico
o, llanamente, estúpido. 
claro que también puede quedarse donde está
y llamar a la luna luna
a la mujer mujer
a la luz que entra por la ventanita del baño, así:
luz que entra por la ventanita del baño.
convengamos en que los poemas de amor
son siempre bellos.
es MUY difícil escribir sobre el amor y hacerlo mal.
por eso los padres de la Iglesia Consuetudinaria
consensuaron en estas encíclicas: los mejores poetas
son aquellos que pueden salir ilesos de sus propias poesías
y, por supuesto también aquellos que saben orinar en la
oscuridad sin salpicarse ni un mínimo ápice de su botamanga.

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