la primera mirada ...

siempre es más dulce la primera mirada.
buscamos que el otro nos descubra de golpe
como si abriera un sobre
con nuestra basta biografía 
dentro
y nuestras necesidades y sueños
claritos
en el remitente.
entonces el destinatario pone cara de sorpresa
y sonríe
porque tiene una mirada, es decir, un sobre cerrado
idéntico al que nosotros acabamos de dejarle
en las manos
por debajo del alma
superpuesta.
siempre es más dulce esa primera mirada
quizá porque es la primera 
y la más necesaria
tal vez porque estábamos a la espera
de la coincidencia 
de sobres cerrados. 
aunque 
si a la primera mirada
le sigue una segunda
y luego una tercera 
y una cuarta y quinta y sexta y los días se suceden
y las miradas se suceden como si no sucedieran
y se acercaran los ojos siempre con ansias
buscando decirse que aún nos sorprende
y nos alegra
encontrar en el otro la misma mirada
que tuvo cuando todavía éramos 
extranjeros de nosotros
entonces es posible 
es posible
que la primera mirada sea idéntica a la última
y qué alegría para el alma si la última
no llega nunca a mirarnos la cara/

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