quince años después ...

la vida
puede recrear
extrañas similitudes
paralelismos sorprendentes
librados al azar
ordenados alfabéticamente
amar lo mismo
que se ha amado
encontrar el rostro exacto
en un rostro desigual
quince años después de la tormenta
y mirarse a los ojos
y encontrarse diferentes
o idénticos
tal vez iguales
no ha pasado el tiempo
dicen los amantes
solo cambiaron de nombre
ciertas calles
ciertos pájaros
pero vos no cambiaste
y ella abre los ojos
después de haber reinado en la ceniza
él ofrece de nuevo sus manos
una lágrima se rompe el tabique contra la puerta
dejemos esto
es tarde
es tarde repite él
y ella dobla en la esquina
y él se queda sentado a la misma hora
en el mismo banco
donde una vez
ella fue su siempre
y él su eternidad/

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