Nora, una historia minúscula ...


Nora era una poetisa como pocas
se levantaba temprano
se hacía unos mates
echaba a patadas al tipo con el que había cogido toda la noche
siempre era lo mismo
le daba náuseas ver en su cama de día a hombres desnudos que no amaba
que no le daban sino apenas 2 orgasmos y medio de vida
ah, Nora, qué poetisa!
decía que la palabra tenía sabor a semen cuando era esdrújula
que el verso olía a cebolla cuando se escribía con lágrimas en los ojos
no era ninguna estúpida
no
qué va
agarraba del cuello a los que se atrevían a decirle en la cara
que su poesía era una bazofia
tenía la voz dulce y sonora, parecía una sirena cuando cantaba
y si lloraba se echaba hacia atrás el pelo y se reía como una loca
Nora amó de verdad una sola vez en su vida
pero el tipo era un idiota y la dejó por una veterinaria recién recibida
dijo que no le importaba
pero toda su obra desde entonces era una diatriba al hijo de puta
al miserable
qué va
nadie iba a decirle cómo morirse
ja!
a Nora nadie iba a decirle cómo morirse
una tarde
se dejó caer sobre una silla
y no habló más con nadie
a veces musitaba el nombre de un libro que nunca leyó
la encontraron son los ojos abiertos
rascándole una costilla a la muerte/

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