mamá ...


mi mamá podía llegar a lo alto del ropero
claro que subiéndose a una silla
pero no importa
ella era una giganta 
allí me escondía los regalos de noche buena
ella creía que yo creía
y a mí me gustaba que ella fuera feliz
creyendo que yo creía en el gordo de barba
me miraba con sus ojos verdes
y su sonrisa de giganta
se iba rápido al trabajo en su bicicleta
mi hermana y yo abríamos los regalos
pero no le decíamos nada
para no hacerle perder la inocencia//

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