Poemas del Gorrión                          

(uno)
Yo quiero un amor
sin manijas que lo giren
o lo programen o lo apabullen
O lo asesinen o lo cuestionen o lo encarcelen
O le exijan credenciales de visas
Y  pasaportes de ayunos
No
Yo amo el amor disparate
Que se llueve por dentro y por fuera
Que come en cueros y con la mano
Que grita de alegría en los aserraderos
En las calles cuando aparece una paloma
Y sube rama a rama la alegría
Y toca sangre a sangre la esperanza
Un amor que se me duerme en los brazos
Y se despierta más compañero cada mañana.  
Un amor tan endeble que no se tuerce con la lluvia.
Un amor tan lindo que adolece de humanidad.

(dos)
Nuestro amor escalera al cielo
Nuestro amor gimnasta edificio terciopelo
Nuestro amor guijarro agonía hijo nuestro:
Tus ojos tienen cornisas alrededor del cielo.
Amor de dos de uno de masa y pueblo
Amor voluble oceánico y pequeño
Amor que empieza y no acaba con el beso:
Amor sencillo
 y desvelado de mate  y tostada y  pueblo.

(tres)
No quiero que me ames solamente a mí.
Sos mi novia mi amante mi mujer mi barricada
Mi compañera mi amiga mi noticiero
Pero insisto: no me des la primicia del amor.
Dejame admirarte amando el mundo
y sus luchas
No me hables solamente de vos y de mí
Amame en tus pasiones en tus vicisitudes
En tus rabias cotidianas en tus alegrías
Amame en tu grito por los desesperados
Que no comen como nosotros cada día
En la piedra
en la hora de saber quienes somos
Quienes seremos cuando haya que callarse
O cuando debamos decirlo todo ante la vida.


(cuatro)
Te amo por sencilla y por hermosa.
Porque tus manos trituran la tierra
y la hornean y hacen vasijas y pueblos
Porque andás apurada de un lado a otro
Y aniquilás las fatigas con león trotski.
Te amo porque sos clara y combativa
Porque a través de vos puedo ver las calles
Porque tu amor no acapara el mundo
No monopoliza alegrías y sufrimientos.
Hermosita: tu alma tiene congojas y primaveras
Porque sos mujer plena es que te amo.
Una palabra tuya viene aleteando a mis ojos:
Me basta que susurres para salvarme.

(cinco)
Ella me ama. Se sienta en mis manos
Y abre las alas iluminando el mundo.
Mi corazón sacude sus antiguas armaduras
Y se asoma a mis ojos para contemplarla.
Su nombre es breve como una gota de música
Y tiene en la sonrisa un jardín de infantes.
A su lado mi verso viste ponchos sencillos:
no le interesan premios ni parnasos.
Solamente quiere tocar la luna en sus ojos.
Abrazarla en el día que no muere nunca.
besarle las manos donde habitan los hombres
Que no tienen casa ni cocina ni sueños.
Yo la amo. Ella me nombra en la aurora
Yo vuelo y canto en su alma
como un gorrión en el otoño.


(seis)
Aquí sucedieron cosas.
Sucedió la sangre y la muerte.
Sucedió el secuestro la extorsión el exilio
sucedieron los centros clandestinos/  la tortura
Sucedieron años de noche inexcusable/  gratuita
Se asesinó mucho pueblo/  mucho estudiante
Mucho sindical y mucho obrero
Pero la noche no solo devoró Argentina
 Uruguay masticó y Chile al mismo tiempo
La lengua venenosa de la dictadura tocó el Perú
Lamió Bolivia y Brasil y el Paraguay hermano
apuñaló el Caribe de Bolívar
Hasta que la Cuba Inmortal pateó su cabeza
Y el Imperio del Águila sangró por sus narices.
Sucedieron la noche.  El río de La Plata
Ensayó sus fauces de cementerio. El pobre río!
Al pasar la oscuridad la luz hirió los ojos
Y hasta sentimos vergüenza de mirarnos a la cara.
El amor volvió poco a poco a la Tierra
Y dejó la balsa flotando junto a los muertos.
El amor. El amor! El amor tocó los corazones:
Había que restituir la vida y la gracia.
Así  -amor mío- ha ido por el Sur
Enamorando proliferando la anarquía de las almas.
Hasta que finalmente tocó tus ojos
Y te hice un hueco en mi mirada.
Aquí sucedieron cosas.
No hubo guerra: hubo matanza.
Pero el pueblo siempre vuelve a la calle
Y busca en la memoria el cadalso del verdugo.
Nuestro amor  -puebla mía- creció en la luz
Después de la noche: tus ojos.
Vamos equilibrando el universo.

(siete)
Una casa de adobe. Un palomo. Varias ventanas.
El sol deberá colarse por las herraduras.
Lejos quedarán los bocinazos y las Iglesias
Lejos las comisarias y los vigilantes. Lejos.
La casita de adobe será pequeña como tus manos.
Y tendrá espejos y sahumerios y luces verticales.
Almohadones donde voy a desnudarte
Para explicarte de qué se trata el asunto.
Habrá jugueterías porque habrá niños durmiendo
O colgados de una oreja de la luna.
Gatos no, porque no me gustan. Muchos perros.
Digo que el olvido no será nunca huésped.
Ni nos machacarán los sueños los años.
Un detalle: las puertas tendrán pequeñas campanitas.
Quiero que la madera anuncie tus ojos/ tu llegada.
Un caminito de piedras blancas y unos faroles.
Quiero que un cielo verde circunde la casa.
En la entrada quiero tus ojos  -cada tarde-
Yo pondré un beso en tu corazón
cada mañana.

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