mandalas ...
ella apareció.
el mundo la trajo envuelta en ostras
en vendavales que no acertaban a desfigurar el tiempo
y fue
para la boca de un hombre la ciudad en plena temporada
el acérrimo parquímetro del voluntario destierro
o esa vuelta en tranvía allá por los años de la pólvora
ella fue creciéndole en la boca y fue
socavándole la angustia
soterrando el aire carcomido de peces.
se amaron.
desde el plancton luminoso hasta el incesto del alma.
ese hombre empieza con vocales de mujer.
esa mujer sostiene
que ese hombre la desnuda
con mandalas de inmortalidad
en los ojos.
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