intimidades ...

damas y caballeros
por igual los evoco y los distingo
en mi verso pueden desnudarse
tranquilos
nadie los señalará con la manga hipócrita
ni el dedillo encendido
no
tóquense tranquilos esas lindas partes
mesocorporales que el Señor (quién si no?)
nos ha colocado aritméticamente
unos cuantos centímetros debajo de los ojos
que son a veces más necesarios 
que el macedónico orgasmo terrestre.
damas y caballeros
ámense 
olvídense de mí
yo estaré en el patio fumando un cigarrillo
se me pasó la edad del amor sociedad anónima
hoy prefiero sencillamente enormemente
delincuentemente
el cuerpito en luna menguante
o tarde calurosa y torpe
de la única señorita que moviliza
todos los entrecejos de mi cuerpo.
usted, sí usted, no se haga la distraída
venga
que me muero de ganas
de explicarle cómo y de dónde
vienen los ángeles que se caen
de las terrazas.
venga que tengo en mi boca
su hogar.

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