te nombro ...

te nombro en la mañana
cuando amanecen los árboles en la calle
cuando entre mate y mate
se me viene a la boca
el sabor inconfundible de tu cuerpo
pero también te nombro
hacia el mediodía y por las tardes
y cada vez que en el mundo me voy quedando solo:
te nombro, amor, te nombro.
pero si de pronto 
camino en la muchedumbre: pequeñita, tampoco te olvido.
entre el mar de rostros busco el esmalte de tus dientes
la espuma de tus ojos la correntada fatal de tu aliento
y te nombro siempre amor.
cuando -por fin- se me viene la noche
con su proa de estrellas y su luna azulada
yo vuelvo y vuelvo a nombrarte
a tocar con tu nombre las cosas olvidadas
el dolor imperceptible la alegría innumerada
de amarte como te amo
de que me duelas como me dueles
de que muramos de amor sin el otro
y sin embargo
milagrosamente
vivamos.

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