prejuicios ...

te digo que existen
que me los he cruzado
que van todos juntos 
y se meten en el colectivo
y descienden en las plazas
me los encuentro en las ciudades cosmopolitas
ricachonas llenas de estrofas de excesos
y perfumes
también -y esto me duele íntimanete-
los reconozco mordiendo la boca del pueblo
la boca hermosa del negro
la boca preciosa del desposeído
los labios perfectos de la niña andrajosa
la boquita tierna del que trabaja
de sol a sol
de luna a luna
están por todas partes
entran y salen de las casas
pero nadie los reconoce
se mimetizan
se los cree reales
verdaderos
y nos van comiendo el coco y el alma
son los gusanitos agridulces que los dominadores
dejan caer a la tierra
para que custodien sus empréstitos y sus empresas
y para que el harapiento
además de harapiento
se sienta culpable
de su harapientería.

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