la espera ...

acaso la luna salte de colmillos a tu cuello.
quiero sentarme en tus ojos a esperarte.
no serán más de las once cuando regreses:
pero el día se encontró de golpe sin tus manos.
y yo no supe por momentos qué decirme
qué cosa inventarles a los cables del teléfono
porque de pronto tu ausencia llenó el mundo
de cacerolas que se golpeaban reclamándote.
el corazón me ladra en el cuerpo y mueve la cola:
sabe que estás volviendo a casa.

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