Tinta 1781 ...

la tierra se levanta gritando
que le quiten el pie de encima!
que sus mujeres y sus hombres
no engendrarían más esclavos ni mitayos mudos
que sus niños no buscarían el agua para no beberla
ni sembrarían la tierra para morirse de hambre!
no
que si los opresores
gustan tanto del oro y de la plata
que rasquen ellos mismos el estómago de la tierra!
pero que dejen las manos de los humildes tranquilas
en sus cacerías en sus religiones en sus artesanías
en la caricia verde sobre la hoja verde.
ah, pueblo de sangre incaica de nuevos resplandores!
al grito tremendo de Túpac avanzaste
citiando Cuzco hasta hacerlo temblar
como una fiera cobarde y estúpida!
ah, caudillo Amaru!
padre de los desvalidos de los hambrientos de los humillados
tronaron esos días en tu garganta las verdades
y ya sabemos que al poder -al de ayer y al de hoy-
no le gustan las verdades
porque desnudan sus mentiras y las dejan en bolas
corriendo por la tierra.
te cortaron brazos piernas y cabeza
te repartieron en Tungasuca en Carabaya en Tinta
y arrojaron tus cenizas al Watanay.
creyeron que te mataban de ese modo
creyeron que te arrojaban al olvido
como siempre lo creen y se equivocan
se equivocan cuando matan a Zapata
y a Sucre y al padre Mujica y a Guevara
y al padre Morelos y a los rebeldes de Palmares
y a Azurduy
y a todos los desaparecidos por levantar su voz
y a cuanto revolucionario ha parido
y seguirá pariendo esta tierra
hasta que las cosas sean sencillas:
pan y tierra para todos los hombres.